Con diferencia de meses hubo cambios en los gobiernos de México y Estados Unidos. Claudia Sheinbaum tomó posesión el 1 de octubre y 3 meses y 20 días después lo hizo Donald Trump. Trump, de 78 años, ocupa su segundo periodo presidencial, mientras la presidenta mexicana de 62, es la primera mujer que ocupa el cargo. De orígenes opuestos, Trump del mundo de los negocios inmobiliarios, mientras Sheinbaum de la academia y la política de oposición.
La volatilidad que vive el mundo, por un complicado escenario económico, militar, comercial y político, llevaría a considerar si las relaciones de los vecinos habrán de cambiar. La opinión pública ha recibido noticias de encuentros telefónicos entre los presidentes en que ha permeado la cortesía y la cordialidad. Si bien las formas diplomáticas se han mantenido, los asuntos tratados requieren de una sensibilidad especial. Entre los temas álgidos sobresalen para México la imposición de aranceles a los productos mexicanos. El tema de la imposición de un arancel de 20.91% a la exportación de tomates mexicanos a partir del 14 de julio generaría serias dificultades en los estados productores como Sonora y Sinaloa. México intenta renovar un acuerdo cancelado recientemente para evitar la imposición del arancel. México niega que esté practicando dumping (vender por debajo del costo de producción). Sheinbaum ha señalado que productos estadounidenses como la carne de cerdo y pollo podrían encontrarse en la misma situación que el tomate mexicano.
Para E.U. la colaboración de México en asuntos como la migración o el tráfico de drogas resulta vital. Es de esperar que la buena comunicación entre los dos países se mantenga y prevalezca para seguir encontrando vías de solución, como ha ocurrido históricamente.