Se le conoce como la cumbre de los Three Amigos y tiene una enorme importancia para la fortaleza e integración de América del Norte. El bloque Estados Unidos-Canadá-México recibió al iniciar 2023, un decidido impulso de los tres mandatarios, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador. Los tres se reunieron en la Ciudad de México para tratar temas relacionados con la migración, la economía y la política regional. Antes de iniciar las reuniones hubo señales que prometían un adecuado clima para las discusiones, si bien surgieron algunos signos de tensión propios de la complejidad de las relaciones trilaterales. Por una parte, el presidente mexicano declaró textualmente que había llegado el momento para “acabar con aquel olvido y desdén hacia América Latina”. La visita del presidente Biden a México ocurre después de 10 años desde la última del presidente Obama cuando visitó fugazmente al país. No obstante, tanto Trudeau como Biden, en una señal de buena vecindad, aceptaron la petición que les había formulado el presidente mexicano para que aterrizaran en el recientemente inaugurado y controversial aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA). Todo se fue acomodando para el éxito de la importante cumbre internacional.
Más allá de las cuidadas formas diplomáticas, los temas a discutir revisten una notoria complejidad. El presidente Biden no dudó en señalar la relevancia que tiene para la región el tema de la seguridad. Señaló de manera enfática: “Si estamos más seguros, trabajaremos mejor juntos”. El espinoso tema del narcotráfico también estuvo presente. como recordó Biden, el tráfico de fentanilo ha cobrado más de 100,000 vidas en Estados Unidos. Sin mencionarlo, estuvo en la atmósfera la reciente detención en Sinaloa de Arcibaldo Guzmán, el hijo del narcotraficante mexicano el Chapo Guzmán extraditado y sujeto a prisión en Estados Unidos. De manera constructiva el presidente estadounidense habló de ampliar las cadenas de suministro, para ser más competitivos y de la necesidad de controlar la inmigración irregular. Para Biden los temas pueden ser los mismos, pero lo relevante es que entre socios el enfoque, las prioridades y los mensajes de política interna son diferentes. En la reunión bilateral México-Estados Unidos el presidente mexicano puso énfasis en hablar no solamente de la región de América del Norte, sino que insistió en la importancia de generar un programa que impulse el desarrollo en América Latina que frene la migración al norte. Se debe profundizar la relación entre los dos países, dijo Biden, probablemente retomando lo planteado por el presidente mexicano, poniendo el acento en que también con el hemisferio occidental.
El presidente López Obrador recibió en el AIFA al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien participará en la X Cumbre de Líderes de América del Norte. López Obrador se adelantó a mencionar que Canadá ha mostrado generosidad con México al otorgar visas temporales de trabajo para mexicanos, pero también resaltó que las relaciones entre los dos países son “más que buenas” y que las empresas canadienses invierten en México sin obstáculos.
Por la noche el presidente mexicano ofreció una cena a los dos mandatarios, Biden y Trudeau, en la que se reafirmaron los lazos de amistad y cooperación entre los tres países. Los resultados de la Cumbre serán un aliciente para que las empresas de los tres países sigan trabajando conjuntamente en el fortalecimiento de sus economías, lo que afianzará otros desarrollos igualmente importantes en los terrenos social y cultural.