El entorno empresarial de EE.UU. ofrece un clima favorable para las empresas e individuos extranjeros que buscan obtener resultados positivos para sus actividades comerciales y de inversión. A la hora de evaluar las posibles oportunidades de negocio en Estados Unidos, es esencial que dichas partes extranjeras preparen cuidadosamente un plan detallado que tenga en cuenta los aspectos legales, fiscales y culturales imperantes en Estados Unidos.
Los puntos descritos en este artículo resumen algunos de los temas más importantes que las empresas y los inversores extranjeros deben comprender antes de hacer negocios en EE.UU. La experiencia ha demostrado que para que los proyectos tengan éxito es necesario que las empresas extranjeras reúnan un equipo de asesores jurídicos, financieros y fiscales que puedan aconsejar a la empresa cuando emprenda un proyecto comercial o de inversión concreto en el estado de Texas, o en todo EE.UU. en general. A continuación se exponen algunas de las cuestiones más importantes que deben tener en cuenta las empresas extranjeras.
1. Basándose en la fórmula aplicable establecida en la legislación fiscal estadounidense, si un inversor extranjero entrante establece su residencia en cualquier lugar de Estados Unidos y abandona su residencia en el extranjero, dicho inversor se convertirá probablemente en residente fiscal de Estados Unidos y será responsable de declarar los ingresos generados a nivel mundial a efectos del impuesto sobre la renta de Estados Unidos.
2. Cuando vendan bienes inmuebles situados en los Estados Unidos, a los extranjeros no residentes (NRA) se les retendrá el impuesto de cualquier venta de este tipo, de acuerdo con las normas fiscales especiales que se aplican a dichas ventas en los Estados Unidos.
3. La residencia fiscal en EE.UU. (aquellos que permanecen durante 183 días o más en un periodo de 12 meses consecutivos, tal y como se define en el código fiscal de EE.UU.) es diferente de la condición de residente a efectos de inmigración. Una persona puede ser residente fiscal en EE.UU. sin ser residente permanente.
4. Un tercer tipo de “residencia” según la legislación estadounidense es la residencia a efectos del impuesto sobre el patrimonio en Estados Unidos. La residencia a efectos del impuesto sobre el patrimonio es una determinación basada en hechos que puede tener un impacto tremendo en el patrimonio de una persona. Esto se debe a que los residentes en Estados Unidos reciben una exención del impuesto sobre el patrimonio sustancialmente mayor que los no residentes en Estados Unidos. Según la legislación fiscal estadounidense aplicable, los contribuyentes extranjeros reciben una exención del impuesto sobre el patrimonio de sólo 60.000 dólares, mientras que las personas que residen en los Estados Unidos a efectos del impuesto sobre el patrimonio reciben una exención de 11.700.000 dólares para 2021. La diferencia es llamativa y puede conducir a resultados negativos para los individuos extranjeros que no hacen los planes necesarios.
5. Estados Unidos aplica un impuesto sobre el patrimonio a todos los activos no monetarios con sede en Estados Unidos, con tipos que pueden llegar al 40%.
6. Los niños en edad escolar que asisten a las escuelas públicas de EE.UU. con visados de turista (B2) corren un riesgo potencial según las leyes de inmigración de EE.UU. por asistir a la escuela sin la debida autorización de inmigración.
7. Las empresas estadounidenses que son propiedad de empresas mexicanas pueden, después de pagar el impuesto sobre la renta de las empresas estadounidenses, distribuir dividendos a sus empresas matrices mexicanas a tipos reducidos en virtud del Tratado Fiscal entre Estados Unidos y México.
8. Una sociedad estadounidense no puede elegir el estatus de pequeña empresa “S” (S Corp) si dicha sociedad tiene algún porcentaje de propiedad de extranjeros no residentes en Estados Unidos.
9. Texas puede imponer un impuesto de franquicia (margen) del 1% a las entidades que hacen negocios en Texas. Si las empresas e inversores entrantes no establecen una presencia comercial imponible en Texas, puede ser posible minimizar el impuesto estatal sobre la renta o de franquicia aplicable operando a través de una entidad constituida en otra jurisdicción como Delaware o Nevada.
10. El Tratado Fiscal entre Estados Unidos y México busca evitar la doble imposición en las actividades empresariales y de inversión binacionales. El Tratado Fiscal puede tener un impacto en las empresas e inversionistas mexicanos en los Estados Unidos, por lo que debe ser consultado al revisar la planeación fiscal y financiera binacional y las actividades comerciales en general.
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