l año nuevo trajo una magnífica noticia para la justicia mexicana y para el equilibrio en la división de poderes. Conforme a las facultades del Pleno de la Suprema Corte los ministros eligieron a la ministra Norma Piña como su presidenta para el periodo 2023-2026, en los términos constitucionales. Se trata de la primera mujer que ocupa el alto cargo, lo que ha sido recibido tanto por el presidente de la república, como por la sociedad mexicana en su conjunto, con gran beneplácito. Adicionalmente la ministra Piña proviene de la carrera judicial, lo que constituye un elemento distintivo y un estímulo profesional para jueces de distrito y magistrados de circuito que la consideran como alguien “de casa”.
La presidenta de la Suprema Corte no tiene un nivel jerárquico superior respecto de los demás ministros, es lo que técnicamente se conoce como primus interpares, es decir primera entre iguales. No obstante, tiene un cúmulo de funciones por demás relevantes: la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación le confiere entre otras tareas la de representar a la Suprema Corte. Otra función importante es que cuando considere algún asunto dudoso o trascendente tiene la facultad de designar a una ministra o ministro como ponente para que someta al Pleno el proyecto. Desde el punto de vista administrativo, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia lleva su administración y debe someter al presidente de la República los proyectos de presupuestos de egresos del Poder Judicial de la Federación, en su conjunto, así como administrar el presupuesto de la Suprema Corte. Adicionalmente la presidenta Piña preside el Consejo de la Judicatura Federal, órgano encargado de la administración, disciplina y carrera judicial del Poder Judicial de la Federación.
Los antecedentes profesionales y el registro de las votaciones que ha formulado en su desempeño la ministra Norma Piña, aseguran que velará por la independencia de los juzgadores federales y por la autonomía de los órganos jurisdiccionales incluida la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ahora preside. Su elección es una muy buena noticia para juzgadores y justiciables.
